Es tan complicado y paradójica la menra en la que dos personas, dos corazones, dos cerebros pueden pensar de maneras tan diferentes.
Y no es solamente la manera diferente de pensar o de ver las cosas. Sino que las cosas que pueden parecer tan pequeña e insignificantes para algunos, pueden ser muy determinantes para otros.
¿Y a qué se debe? Tu Oasis Reflexivo realmente no termina de comprender dónde es que radica este asunto, pero sin duda algunos de los factores si los tenemos bien claros.
Uno de los principales es el silencio, la sinceridad, la claridad de palabras y de acciones. Y es que muchas veces las cosas son simples malos entendidos. A veces anhelamos ciertas cosas en nuestras relaciones interpersonales, pero nunca tuvimos el valor o la oportunidad de transmitir lo que realmente sentimos.
Este es probablemente uno de los factores más graves, porque podría ser que una de las dos personas no tenga ni idea de lo que realmente sucede, y esté causando daño sin siquiera saberlo. Pero, ¿Quién será el culpable en dicha situación?
Realmente no tenemos un directo culpable, porque tanto locutor como interlocutor carecen de cierta habilidad de comunicación. Pero debemos hacer énfasis que si tu eres el que tiene algo en la mente o el corazón de debes decir, que no vaciles tanto en decirlo, porque probablemente puedas ahorrarte mucho dolor en el futuro.
Este sufrimiento, esta incertidumbre, esa tormenta bajo la cuál solamente uno de los dos se está mojando, es una consecuencia de lo mismo que uno de los dos ha sembrado. Y es que realmente lo que ya sembramos, es lo que vamos a cosechar.
A veces vale más la pena sincerarse, y dejar las cosas claras. Aunque nuestro corazón nos diga todo lo contrario, y querramos seguir ilusionados y haciendo ese "intento" de cambiar las cosas, aunque en el fondo solo nosotros comprendemos que estamos nadando contra la corriente.
Tu Oasis Reflexivo se compadece de todos nuestros lectores que están sufriendo o atravesando alguna de esas tormentas, en las que parece que uno de los dos tiene un paraguas tan grande, que ni siquiera se ha dado cuenta de que hay un huracán en el corazón del otro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Agradecemos tus comentarios, recuerda ser constructivo con tus palabras.